Trabajadores de planta Chery en Venezuela
Trabajadores de planta Chery en Venezuela

Actualidad

Ensamblaje de vehículos cae al mínimo histórico en Venezuela

Publicidad

A finales del siglo pasado, el que un trabajador adquiriera un vehículo de agencia en Venezuela usando para ello las utilidades de diciembre o la caja de ahorros, no era tan complicado. No había que tener un cargo muy importante para adquirir un auto nuevo.

Una clase media con poder adquisitivo y una floreciente industria automotriz se amalgamaban. El deseo de todo joven al comenzar a trabajar era tener su primer vehículo y las familias ahorraban para cambiar el carro usado con pocos años de uso.

Pero el declive económico, sobre todo desde 2013, la hiperinflación que acabó con el poder adquisitivo de la clase trabajadora y una industria automotriz golpeada por la competencia de una importación que no paga impuestos, hizo que la realidad cambiara.

Omar Bautista, presidente ejecutivo de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Autopartes (Favenpa), recordó a El Impulso que hace solo 10 años se ensamblaban en el país 104.000 vehículos. En 2020 esa cifra se fue al sótano. Apenas 87 unidades se ensamblaron en Venezuela.

Explica que el sector de autopartes ha sido muy golpeado. Comenta que el 60% del parque automotor (de los vehículos en manos de los usuarios) está fuera de circulación, porque sus dueños no tienen dinero para la reparación.

Según Bautista, los problemas con el abastecimiento de gasolina, y la cuarentena también han impactado en el sector: “La demanda de repuestos ha caído de una manera muy significativa, estimamos que el año pasado la demanda cayó en un 40% en relación al año 2019, pero si lo comparamos con hace diez años, la caída supera el 90%, de manera que así como ha disminuido el ensamblaje de vehículos, la venta de repuestos también ha disminuido, al igual que la actividad productiva en el país” comentó.

Dijo que también el sistema de importación “puerta a puerta” que se ha distorsionado y muchos importadores utilizan este mecanismo, tampoco pagan impuestos ni de importación, tampoco IVA ni tasa aduanera, lo que también genera una competencia desleal, que temen que se va a mantener y que también los afecta mucho.

Según el presidente de Favenpa, el 2021 será otro año complicado, aunque esperan que con la llegada de las vacunas contra el Covid19 el año sea “menos malo”.