Los chips son elementos esenciales para el funcionamiento de los dispositivos electrónicos. Muchos de los productos del hogar, como lavadoras o neveras, los usan, también los teléfonos y computadores. Al iniciar la pandemia de covid-19 muchas empresas que fabrican estos productos dejaron de hacer encargos de chips, al tiempo que bajaban su producción, pronosticando una caída de la demanda, así como inconvenientes para mantener activas sus plantas, pero el vaticinio fue errado.
Lejos de detenerse la demanda de los productos, la misma se mantuvo y aumentó, ocasionada por el uso mayor de artículos de entretenimiento y ordenadores ante las necesidades de aislamiento social. Esta realidad ha producido un cuello de botella importante. Por ejemplo, Samsung, que fabrica sus chips para sus equipos, aun no ha podido ponerse al día con la demanda.
Los concesionarios de ventas de vehículos reciben las visitas de potenciales clientes, pero la producción no va al ritmo de la demanda. La situación ha ameritado que varias plantas de distintas marcas hayan detenido por completo su producción por la escasez de chips y hasta el Congreso de EEUU ha tenido que intervenir, pues el sector automotor es fundamental para la economía de ese país.
Ford Motor –la emblemática empresa estadounidense de vehículos- ha sido de las compañías más afectadas por la crisis de los semiconductores La semana pasada reveló que tenía 162.100 camiones y automóviles en los inventarios de los concesionarios, menos de la mitad del número que tenía hace apenas tres meses, reseñó The New York Times.
«La pregunta a partir de aquí es qué tan rápido y cuándo puede mejorar la producción y recuperarse el inventario de manera que no afecte las ventas», escribió Joseph Spak, analista de RBC Capital Markets, en una nota a los inversores.
Spak dijo que confiaba en que la demanda de camiones y automóviles se mantendría fuerte hasta 2022, pero no estaba seguro de cuándo los fabricantes podrían restaurar la producción completa. «Pensamos que podríamos ver un fondo en junio-julio, pero con el anuncio de algunos cierres de producción más, nos preguntamos si esto podría retrasarse hasta finales del verano», escribió.
La sólida demanda fue evidente en las sólidas cifras de ventas del segundo trimestre que la mayoría de los fabricantes de automóviles informaron la semana pasada. Tesla, el fabricante de automóviles eléctricos, vendió 201.250 automóviles en todo el mundo en el segundo trimestre, más del doble que en el mismo período del año anterior, dijo la compañía la semana pasada.
Otras empresas, como General Motors y Toyota, comentaron que sus ventas en Estados Unidos aumentaron un 40% en el trimestre de abril a junio. Honda, Hyundai y Kia informaron aumentos de ventas de más del 70% en el trimestre.
Pero las entregas de Ford en EEUU aumentaron solo un 9% en el segundo trimestre, a 472.260 camionetas y automóviles livianos, una ganancia modesta con respecto al total del año anterior que había sido deprimido sustancialmente por la pandemia, destacó el diario neoyorquino.
Con información de The New York Times