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Rusia evalúa nacionalizar fábricas extranjeras que abandonen su territorio

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El impacto en el sector automotor de la invasión de las tropas rusas a Ucrania aún está por verse, pero se estima que sea considerable.

A los problemas en las cadenas de suministro por la afectación de la producción de autopartes en Ucrania, se ha sumado el anuncio de cierre de operaciones en Rusia de varias marcas importantes.

Esta semana, un alto miembro del partido gobernante de Rusia propuso nacionalizar las fábricas de propiedad extranjera que cerraron sus operaciones en el país y eso, por supuesto, incluye al sector automotor.

Los fabricantes de automóviles como Volkswagen, Toyota, Ford y Hyundai, han anunciado cierres temporales de fábricas en Rusia después de la invasión de Ucrania y a medida que se interrumpen sus cadenas de suministro.

En un comunicado publicado el lunes 7 de marzo en el sitio web de Rusia Unida, el secretario del consejo general del partido gobernante, Andrei Turchak, dijo que cerrar las operaciones era una «guerra» contra los ciudadanos de Rusia, reseñó Reuters.

«Rusia Unida propone nacionalizar las plantas de producción de las empresas que anuncian su salida y el cierre de la producción en Rusia durante la operación especial en Ucrania», dijo Turchak.

«Esta es una medida extrema, pero no toleraremos que nos apuñalen por la espalda y protegeremos a nuestro pueblo. Esta es una guerra real, no contra Rusia en su conjunto, sino contra nuestros ciudadanos», dijo.

«Tomaremos duras medidas de represalia, actuando de acuerdo con las leyes de la guerra», dijo Turchak.

Por su parte, el CEO del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, advirtió que una guerra prolongada en Ucrania corría el riesgo de ser «mucho peor» para la economía de las regiones europeas que la pandemia de coronavirus.

La interrupción de las cadenas de suministro globales «podría conducir a enormes aumentos de precios, escasez de energía e inflación», dijo Diess al Financial Times en un informe el jueves 10 de marzo.

Motum Magazine/Con información de Reuters y Financial Times