El fabricante de automóviles Toyota enviará 20 de sus autos de celda de combustible de hidrógeno modelo Mirai a Australia en abril, con la intención de obtener comentarios sobre cómo funcionan.
El sitio al oeste de Melbourne es también el más grande del mundo en términos de producción, almacenamiento y distribución de hidrógeno. Es la segunda estación de combustible de este tipo en Australia después de que ActewAGL comenzara a vender la semana pasada el hidrógeno producido por la francesa Neoen en una prueba para 20 vehículos utilitarios deportivos Hyundai Nexo, propiedad del gobierno del Territorio de la Capital Australiana.
Los vehículos de pila de combustible siguen siendo un segmento de nicho a nivel mundial, en medio de las preocupaciones sobre la falta de estaciones de servicio, los valores de reventa y el riesgo de explosiones de hidrógeno.
Un vehículo de pila de combustible (abreviado como FCEV) es un tipo de vehículo eléctrico que usa una pila de combustible para producir energía eléctrica. Las pilas de combustible en los vehículos de hidrógeno crean electricidad para hacer funcionar un motor eléctrico usando hidrógeno o un combustible de hidrocarbono y oxígeno del aire.
Toyota ha vendido unos 10.000 vehículos Mirai, principalmente en Japón y Estados Unidos. “Aquí en Australia, la infraestructura de reabastecimiento de combustible ha sido el mayor desafío, y aún lo es, para introducir vehículos pioneros como el Mirai. Así que este es un paso importante para rectificar eso”, dijo Matthew MacLeod, gerente de tecnologías y movilidad futuras de Toyota Australia.
Australia es vista como rezagada en el impulso global para reducir las emisiones de carbono del sector del transporte, sin objetivos ni subsidios para vehículos más limpios, incluso para vehículos híbridos o eléctricos de batería, en marcado contraste con la mayoría de las otras naciones ricas.
Sin embargo, el gobierno proyecta que el 26% de las ventas de vehículos nuevos serán vehículos eléctricos en 2030, frente al 1% en 2020.
En el sitio, Toyota está utilizando energía solar en la azotea para alimentar un electrolizador para dividir el agua, produciendo 80 kilogramos diarios de hidrógeno para la bomba de combustible. La Agencia Australiana de Energía Renovable proporcionó casi la mitad de los fondos para el proyecto de 7,4 millones de dólares australianos (5,7 millones de dólares).
Con información de Reuters